La Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba, desde la ESAA Lino E. Spilimbergo y la Tecnicatura Universitaria en Diseño de Interiores, invitan a reflexionar sobre: Lo que la PANDEMIA nos dejó: una mirada local sobre el rol del Diseño Interior de los últimos años.
Este artículo fue elaborado por la Prof. Arq. Cecilia Bueno, con los aportes de los profesionales: DI Federico Conti, Arq. Santiago Bertotti y DI Teresita Candela.
El Diseño Interior ha tenido en los dos últimos años un impulso acelerado por la presencia de una situación extraordinaria a nivel mundial. Estamos atravesando tiempos de aperturas y nuevas normalidades, situación que nos exige hacer una pausa para reflexionar sobre la profesión, su mirada histórica, su presente en evolución y su rumbo futuro.
Recordemos que nuestra vida cotidiana ocurre en espacios interiores. Según la Encuesta Nacional de Patrones de Actividad Humana (NHAPS) de Estados Unidos, esto ocurre en un porcentaje del 90 por ciento. Los espacios interiores afectan de muchas maneras nuestra vida. La forma en que está organizada nuestra oficina, la relación de los espacios que habitamos con el mundo exterior, la luz, el color, el sonido, la capacidad de los ambientes de resolver cuestiones que tienen que ver con el uso y el confort físico y psicológico, son factores que influyen en nuestras emociones, en nuestra relación con el otro y con el mundo que nos rodea (Anthes, 2020).
El diseño es emotividad y por tanto contribuye a nuestra salud mental.
En el pasado el diseño interiorista fue considerado una disciplina superflua, un servicio de lujo, asociado a ciertas clases sociales. “Pero la evolución de su estudio y su práctica lo han convertido, a lo largo de los años, en una disciplina independiente e intelectual…” (Brooker y Stone, 2010), un servicio social que busca la habilitación de los espacios arquitectónicos interiores para mejorar la calidad de vida de las personas.
Durante los últimos dos años el mundo se ha visto atravesado por una crisis sanitaria, económica y social, producto de una pandemia global, que ha puesto en primer plano la disciplina. Nuestros espacios privados se han transformado para albergar múltiples funciones imprevistas. El modelo de la ciudad dormitorio del siglo pasado que estaba siendo paulatinamente reemplazado en la pre-pandemia por el avance de las redes y tecnologías de la comunicación, se ha visto de golpe inmerso en un profundo cambio. El contexto nos invita a pensar sobre el campo disciplinar, su pasado, su presente y su futuro. En este sentido nos pareció importante dialogar con algunos colegas, profesionales reconocidos del medio local cordobés y reflexionar sobre cuál ha sido el rol del diseño de interiores durante la pandemia y cuál debería ser el rumbo de la disciplina en el mundo de la post-pandemia.
Federico Conti, Diseñador de interiores y socio fundador del estudio BTTA-CONTI nos decía: “El diseño de interiores no cambio en su Concepción. Tampoco en el aporte que realiza espacial o funcionalmente. Lo que se modificó, según mi criterio, es la importancia que tomó a partir de ese tiempo extraordinario que los usuarios, y a consecuencia de la pandemia, vivieron dentro de sus propios espacios. Esto puso en relieve instancias y contextos de la vida y uso de nuestros lugares que evidenciaron hasta qué punto nuestros hogares o espacios de trabajo nos resuelven (o no) el uso de los mismos. El aporte de sensaciones, las necesidades funcionales, las dinámicas cotidianas.”
Santiago Bertotti, Arquitecto, interiorista y socio fundador de la firma BAP, reforzaba esta idea diciendo: “Creo que el rol es fundamental del interiorismo en esta pandemia. Es el protagonismo que ha tomado porque la gente al estar y pasar más tiempo en su casa ha tenido la necesidad del trabajo y de buscar el confort. Se han dado cuenta que estando en sus casas no tenían las herramientas para trabajar cómodos. Desde estar en una buena butaca con un buen escritorio, hasta tener una buena aislación acústica en su casa. Fueron buscando confort y practicidad en sus propios espacios.”
Teresita Candela, Diseñadora egresada de la ESAA Lino E. Spilimbergo- FAD- UPC y creadora de la firma que lleva su nombre TERESITA CANDELA – DISEÑO DE INTERIORES, expresaba: “Lo bueno de este cambio de hábitos, es que, en muchos casos, las viviendas comenzaron a “vivirse”, a disfrutarse. Cambios, ampliaciones, remodelaciones, que estaban postergadas para cuando “se tenga tiempo de disfrutarlas” pasaron a ser prioridad.”. En su diálogo la diseñadora reflexiona a cerca de los aprendizajes obtenidos durante esta situación excepcional y cuál debería ser el rol del diseño en este sentido: “Supimos que algunas actividades optimizan tiempos y recursos de manera virtual, y otras que necesitamos tener el contacto personal con el otro. Cuestionarnos todas estas cosas son las que nos van a hacer vivirlas mejor y disfrutar de todos los aspectos de la vida, tratando de que la virtualidad no nos aísle del entorno. Y el diseño debe acompañar todos estos cambios.”
Los colegas comparten la idea de que el interiorismo otrora tenía un papel relegado por cuestiones económicas o por no ser considerado prioritario. En este sentido Santiago Bertotti decía: “Antes vos te dabas cuenta de que la gente terminaba la casa y viste que siempre llegas con el último centavo a terminar la casa, entonces ya no le daban importancia a la parte del interiorismo y volvían a la rutina y el diseño interior quedaba totalmente relegado. Con esta pandemia se impuso el poder trabajar más cómodo, el poder terminar los espacios, poder estar en un lugar desde armónico hasta funcional. Es lo que creo que este tiempo ha aportado y que nos deja.”
Las necesidades espaciales y los requerimientos de los clientes también cambiaron. Teresita Candela compartía al respecto: “La forma de diseñar los espacios, las viviendas, el equipamiento también se modificó. Las exigencias de los clientes y usuarios son otras. Se debe aprovechar cada rincón para ser disfrutado, vivido. Y no debe faltar el espacio privado para estudio o trabajo, ya que en varios casos esas actividades dentro del hogar llegaron para quedarse, para ser actividades diarias adentro del hogar. En el ámbito laboral también se modificó la forma de trabajo, de tal forma que se reduce el tamaño en muchas ocasiones de oficinas, los puestos de trabajo ya no tienen un usuario fijo. Se piensan de nuevo los espacios y las funciones para optimizar el equipamiento.”
En cuanto al futuro de la profesión Federico Conti se pregunta “¿Cambiará hacia el futuro? Para quienes atravesaron la pandemia ya cambió. Es una evidencia en primera persona de lo que significa espacios más cómodos, bien resueltos y agradables, de los que no lo son. Lo mismo cabe para los espacios de trabajo”.
Es evidente que la pandemia provocó un cambio de mirada sobre la profesión del interiorista. La post-pandemia traerá una nueva forma de ver, diseñar y optimizar los espacios que habitamos. El cambio está ocurriendo, pero aún queda mucho camino por recorrer y mucho por debatir en torno al rol social del diseño y su compromiso con el medio ambiente, entre otros desafíos futuros.
BIBLIOGRAFÍA:
Anthes, E. (2020). Los grandes interiores: la sorprendente ciencia de cómo los edificios dan forma a nuestro comportamiento, salud y felicidad. Ed. Picadorusa.
Brooker, G. y Stone, S. (2010). Diseño de interiores: Manual para los futuros profesionales del sector (Arquitectura, decoración e interiorismo). Edición en castellano. Ed. Océano.
REFERENCIAS FOTOGRÁFICAS:
- ESTUDIO BTTA-CONTI. Proyecto Q, Córdoba, año 2021.
- ESTUDIO BAP. Espacios reformulados para viviendas en Portland, EE. UU. Y Córdoba, Argentina, años 2021 Y 2020.
- TERESITA CANDELA-DISEÑO INTERIOR. Espacios reformulados para viviendas en Córdoba, año 2020.