Conservatorio Superior de Música “Félix T. Garzón”
Fundada en 1911, esta institución, segunda en importancia en Argentina, forma músicos instrumentistas, cantantes y docentes de instrumento, en diecisiete especialidades: violín, viola, violoncello, contrabajo, arpa, guitarra, flauta traversa, oboe, clarinete, fagot, trompeta, corno, trombón, saxofón, percusión, piano y canto. Músicos solistas y de orquestas sinfónicas, de cámara nacionales e internacionales son quienes jerarquizan y demuestran la excelencia académica de la escuela.
Historia
El Conservatorio Superior de Música, Félix T. Garzón, institución de configuración única y singular, se auto-define como formadora de músicos instrumentistas o cantantes y docentes de instrumento, dotados del más alto nivel de especialización.
El objeto de estudio, la música, es una disciplina que exige dedicación y educación cimentada en un largo proceso, característica que define a la institución y la diferencia de otros centros educativos.
Este Conservatorio fue creado en enero de 1911, dependiendo del Gobierno de la Provincia de Córdoba, bajo los buenos auspicios de la sociedad cordobesa: “Considerando que la enseñanza especial de la música, considerada principalmente como elemento importantísimo de la cultura general, merece ocupar la atención y el esfuerzo del gobierno” (Resolución de creación del Conservatorio).
La sociedad cordobesa, tenía claras las necesidades de la época y la visión para comprender una demanda social que crecería a lo largo del tiempo.
En la actualidad, la demanda de la enseñanza musical, ha crecido y se ha diversificado. La música en nuestro medio, no solo es una expresión de goce estético, sino que se ha convertido en una fuente generadora de trabajo para un vasto sector de la sociedad.
Los conservatorios en el mundo entero, como su nombre lo indica, han realizado la tarea de conservar lo que la sociedad consideraba en otras épocas, la música de mayor nivel. Es por esto, que allí solamente se enseñaba lo que se consideraba “Arte Mayor”.
Esta idea, hoy ya superada, permite entender que la música es universal y que las expresiones de la manifestación espontánea de la sociedad, deben ser incorporadas dentro de estos centros educativos, para ser rescatadas, investigadas, jerarquizadas y enriquecidas por las personas que se dedican al estudio de la música.
Éste es un punto esencial para entender por qué los conservatorios deben ser mantenidos, no solo como centros de formación, sino también como espacios de fomento cultural. Su objetivo entonces, es perfeccionar estas expresiones y lograr la máxima excelencia en el manejo de técnicas e interpretación de instrumentos musicales, como también el máximo perfeccionamiento en la educación musical de sus docentes.
Este espacio, vital para el movimiento musical de nuestra sociedad, es el eje fundamental que lo diferencia de otras instituciones dedicadas también a la educación musical: el estudio del lenguaje musical en su máxima complejización, la técnica instrumental más elevada, la interpretación musical más intelectualizada, la generación de creatividad en constante búsqueda y la investigación en múltiples áreas, conforman el perfil de esta institución totalmente singular y especial.
El Conservatorio Félix T. Garzón, segundo en importancia de nuestro país, es la única institución de la Provincia (junto con el Conservatorio Manuel de Falla de Buenos Aires), tanto de la esfera pública como de la privada, que forma instrumentistas en diecisiete especialidades: violín, viola, violoncello, contrabajo, arpa, guitarra, flauta traversa, oboe, clarinete, trompeta, corno, trombón, saxofón, percusión, piano y canto.
La idoneidad de sus egresados es fácilmente verificable: músicos solistas y de orquestas sinfónicas, de cámara (de nuestro medio, nacionales e internacionales) y docentes de música que nutren todo el sistema del Nivel Inicial, Primer y segundo Ciclo de la Escuela común, C.B.U. y Polimodal, e Institutos Superiores no Universitarios. Cabe destacar que es la única institución pública de la ciudad de Córdoba, que brinda educación musical a niños y jóvenes desde los 8 años de edad. Esto asegura la continuidad de los alumnos en el sistema, formados desde edad temprana en la ejecución instrumental y educados en la música en forma integral que de tal manera podrán continuar estudios superiores de formación docente o técnica ofrecidos por el mismo.