Bartolina Sisa Vargas nació en el Cantón de Caracato del Ayllu, el 24 de agosto de 1753 y murió en La Paz, el 5 de septiembre de 1782. Fue una heroína indígena aimara, Reina, virreina y comandante que participó en el levantamiento contra la explotación colonialista junto a su esposo el caudillo, Inca Rey de los Aymara y Virrey del Inca, Túpac Katari.

Hija de José Sisa y Josefa Vargas, india de la comunidad de Q’ara Qhatu, se dedicó al comercio de la hoja de coca y de los tejidos nativos.

Bartolina fue descrita por algunos historiadores como una mujer aguerrida que dominaba el kurawa (onda) y el fusil. Sabía montar caballo, era joven y de piel morena, atractiva, esbelta y de ojos negros, y muy inteligente. Mientras que Túpac Katari era un hombre de buenas condiciones físicas y una inteligencia notable.

En 1772, ya casados, tuvieron el primero de sus cuatro hijos (tres varones y una niña). El primer hijo fue capturado en Perú por el brigadier Sebastián Segurola, en 1783, y se cree que posteriormente fue asesinado. Los otros llegaron a sobrevivir en la clandestinidad.

A la edad de 25 años se unió a Tupac Katari, su esposo, para organizar y liderar distintos levantamientos contra el poder imperante, tras observar las injusticias cometidas por el sistema colonialista de explotación del siglo XVIII.

Cuando estalló la insurgencia indígena aimara-quechua de 1781, su marido, Tupaj Katari (Julián Apaza), fue proclamado virrey del Inca y ella fue proclamada virreina por derecho propio.

Bartolina asumió importantes funciones de liderazgo; entre ellas la organización de batallones de guerrilleros indígenas y de grupos de mujeres en tareas de resistencia en diferentes pueblos del alto Perú.

Durante el Cerco de La Paz, el nivel jerárquico de gestión fue compartido entre Tupaj Katari y Bartolina Sisa en igualdad de condiciones. De esta manera Bartolina fue ampliamente aceptada y reconocida por los niveles de liderazgo inmediato, intermedio y superior.

Este movimiento, de gran despliegue y eficacia, fue abatido por las fuerzas españolas y por las alianzas que estas establecieron con líderes indígenas contrarios a Tupac Katari, lo que posibilitó que los cabecillas de la rebelión fueran apresados y sentenciados a muerte, el 5 de septiembre de 1782.

La Universidad Provincial de Córdoba asume una fecha como hoy, Día de la Mujer Indígena y aniversario de su muerte, el momento oportuno para reconocer en ella a todas y todos los luchadores por la libertad y la independencia de nuestros pueblos originarios.