En el bicentenario del primer gobierno constitucional de Córdoba, desde nuestra casa de estudios queremos rendir homenaje al Brigadier General Juan Bautista Bustos,  quien fue elegido como Primer Gobernador Constitucional y Democrático de la provincia y que, mediante dos mandatos consecutivos, sentó las bases para la organización del Estado provincial.

Nacido el 29 de agosto de 1779, en Santa María de Punilla, Juan Bautista Bustos fue uno de los más grandes representantes del federalismo y un ferviente defensor de la educación en todos sus niveles.

Bustos asumió el primer gobierno cordobés un 24 de marzo de 1820, tiempo en el que destacó por una administración marcadamente progresista y de dimensiones civilizatorias notables, durante una época muy convulsionada en nuestro país.

Durante su gestión, de caracter productivista y proteccionista, defiende el trabajo cordobés y el mercado interno: impide la importación de mercancías extranjeras, a exepción de aquellas que fueran esenciales para la educación y la salud.

Un gobernador comprometido con la educación pública

En el año 1820, poco tiempo después de asumir su mandato, Bustos decide poner a la entonces Universidad de Córdoba (ahora UNC) bajo la jurisdicción provincial para reacondicionarla y dotarla con nuevos equipamientos.

Entre los equipamientos adquiridos, el que marcó fuertemente la historia de la universidad y de la provincia fue la imprenta. La nueva imprenta permitió la publicación de nuevos libros, periódicos y mamotretos indispensables para fortalecer la educación en todos sus niveles, a la vez que posibilitó que la universidad obtuviera fondos adicionales para nuevas mejoras.

Asimismo, Bustos sostenía que:

“La imprenta reprime el despotismo, sostiene la libertad y es el único camino de propagar las luces, formar la opinión pública y consolidar la unidad de sentimientos que es la conservación del orden y la verdadera fuerza de los estados”.

Sin embargo, su intervención en el ámbito universitario no finalizó allí: también contribuiría a la supresión del requisito colonial de limpieza de sangre, permitiendo que muchas más personas estuvieran en condiciones de matricularse.

Además impulsó reformas en los planes de estudios universitarios, destinadas a priorizar la enseñanza del castellano por sobre la del latín y la incorporación del estudio del derecho patrio y leyes del estado.

Todos estos importantes aportes a la educación, favorecieron a que en 1823 fuera declarado “Protector de la Universidad”.

Otra de las grandes contribuciones de nuestro primer gobernador constitucional fue la creación de la Junta Protectora de Escuelas. Este organismo estuvo destinado a favorecer la educación en sectores rurales, así como a permitir que el estado permanezca en permanente contacto con sus territorios menos accesibles.

Desde la Universidad Provincial de Córdoba nos identificamos con su fuerte compromiso con la educación pública como forma de progreso de los pueblos.