Esta es la pregunta que responde, a través de su investigación, Florencia Ayelén Maidana, reciente Licenciada en Turismo de la Facultad de Turismo y Ambiente.
La autora, a lo largo de sus páginas, cuenta que recogió información a través del testimonio de distintos actores: lugareños, comerciantes, guías de turismo, trabajadores de las áreas de servicios (sanitarios, Capilla, escuela, gastronomía, polo de salud, seguridad, etc. ), visitantes, turistas y promesantes.
“La devoción hacia Deolinda nace primero de algunos arrieros, entre ellos Flavio Zeballos, quien cumplida su petición, construye una pequeña capilla para resguardar los restos de la difuntita junto a una cruz con la leyenda ´Difunta Correa´. La historia de Deolinda se difunde luego por medio de los camioneros, quienes construyeron pequeños oratorios a la vera de rutas de Argentina y países limítrofes, y se encargaron de darla a conocer convirtiéndose en la protectora de sus viajes”, dice Florencia.
Deolinda no cumplimenta con los requisitos del proceso de Santificación, pero al ser milagrosa es considerada por sus creyentes como “Santa Popular”. Y en este punto, la investigadora destaca que “una particularidad que presenta esta santa popular radica en el hecho de que no se encuentra un sustento histórico sólido sobre su historia, ya que la mayoría de las fuentes se respaldan en la tradición oral y ésta a su vez, presenta un sinnúmero de variables o versiones”. Y que “estos antecedentes dieron lugar a una rica y variada producción de material documental gráfico y visual”.
Respondiendo a su pregunta inicial de investigación: La devoción hacia Deolinda Correa ¿es considerada parte del turismo religioso?, la autora concluye que “a pesar de que las devociones no pertenecen a una religión en particular, sí forman parte de grandes movimientos de fe”. Y para sostener su argumento cita a la Comisión Argentina de Turismo Religioso la cual define a las devociones populares como la “actividad que consiste en realizar viajes (peregrinaciones) o estancias en lugares religiosos (retiros espirituales), actividades culturales y liturgias religiosas, etc., que para los practicantes de una religión determinada supone un fervor religioso por ser lugares sagrados de veneración, o preceptúales, según su credo”.
Esto es lo que se vive con la Difunta Correa; el Gauchito Gil; el culto a la Pachamama; o en festividades como la veneración al Inti Raymi (o del sol), la cuales “movilizan miles de personas en sus respectivas celebraciones manteniendo vivas las tradiciones de generación en generación”.
El Trabajo Final estará disponible para la consulta de estudiantes, docentes y egresadas/os en el repositorio interno de la carrera, y se puede solicitar a [email protected].
La Comisión Evaluadora estuvo compuesta por la Dra. Erica Navarro (también directora del trabajo final), la Prof. Susana Carrizo, y el Prof. Hernán Perín.
*Imágenes del Archivo Histórico de Radio y Televisión Argentina