La Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba celebra el aniversario de la creación de una de sus Escuelas Fundantes: la Escuela Superior de Bellas Artes José Figueroa Alcorta en 1896.
En 2007 a través de la Ley Provincial 9375, se convierte en una de las 8 Escuelas Fundantes de la Universidad Provincial de Córdoba.
El establecimiento fue creado mediante Decreto Nº 138 del Poder Ejecutivo de la Provincia siendo gobernador el Dr. José Figueroa Alcorta tras el impulso de Emilio Caraffa. Originalmente se la denominó “Escuela de Pintura, copia del natural” y sucesivamente “Academia de Pintura” o “Academia de Bellas Artes“. Por Decreto Nº 28.644 del 3 de junio de 1936 pasa a designarse como “Academia Provincial de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta” considerando que la referida institución ha cumplido desde su fundación una función cultural y artística que honra a Córdoba y al mandatario que la creó.
126 años de Historia
La Academia se fundó en 1896 con el nombre de Escuela de Pintura copia del natural, durante la gobernación de José Figueroa Alcorta y bajo el estímulo de Emilio Caraffa.[1] Este hecho significó para el interior del país un temprano acontecimiento dentro del impulso de la generación del ´80 con el objetivo de construir una idea de Nación culta y civilizada. La educación artística en este caso significó la implementación de un sistema, el académico, muy propio de la mentalidad liberal y positivista de la época. Sin embargo es necesario destacar que el modelo académico aplicado en Córdoba responde a un perfil heterodoxo.
Luego de los primeros años de funcionamiento y tras la fuerte gravitación que la Academia venía ejerciendo en el ámbito cordobés, el gobierno provincial dispone en 1911 la creación de una galería estatal de pintura y escultura. Esta circunstancia será el antecedente del Museo Provincial de Bellas Artes, inaugurando su actual sede en 1916.[2] Durante los primeros años de vida institucional, el Museo desplegará su labor íntimamente vinculado a la Academia, ambas supeditadas a la entonces Comisión de Bellas Artes[3]. Pero como lo comprueba la abundante documentación que se conserva en el Archivo Histórico de la Escuela de Bellas Artes Dr. Figueroa Alcorta, la entonces Academia era el lugar por donde pasaban todos los aspectos relacionados con las bellas artes en Córdoba.
Como institución formadora del campo, la presencia de la Academia en el medio cordobés no tardó en hacerse notar. El Ateneo, una meritoria aunque efímera institución cultural cordobesa, fue testigo desde su fundación en 1894 de una importante presencia de profesores y alumnas de la Academia, quienes fueron merecedores de distinciones en sus certámenes y de elogios en la prensa local.
La organización del Salón Anual a partir de 1916, la implementación de la ley de becas en 1922, junto a las tareas relacionadas con la convocatoria, selección y seguimiento de los becarios, estaban bajo la orbita de la Academia. Un lugar donde no solamente el arte era impartido como estudio, sino también sancionado y evaluado, un centro monopolizador de las funciones de legitimación y transmisión de valores. La pedagogía implementada durante los primeros años de la Academia tenía que ver con la gravitación de las novedades del panorama artístico europeo hacia fines del siglo XIX Los primeros profesores se apropiaron de esas novedades para construir de manera implícita una modernidad en la periferia.
Las nuevas maneras de enseñar residían entonces en la adopción de un esquema paulatino que consistía primero en la reproducción de estampas, para pasar luego a la copia del natural. Esta última estrategia implica ciertamente un rasgo de modernidad en la enseñanza de las bellas artes, que abandonará la copia de arquetipos y la pintura de memoria en el taller. Una manera inédita de enseñar tomando modelos de la vida real y que estaba a tono con el temperamento artístico de Emilio Caraffa.
“Los maestros de la pintura de Córdoba”
A este grupo de pintores le tocó desplegar las estrategias que hicieron posible constituir a la Academia como un lugar de prestigio. En el caso puntual del paisaje local fueron ellos quienes con su mirada iniciaron la práctica del género, resaltando su valor. La fuerza de esa mirada inicial, de esa manera de ver, construyó una representación de la naturaleza que es el punto de partida de la tradición de la pintura del paisaje en Córdoba. Propiciaron un tipo de lenguaje que era el que demandaba el cordobés urbano y burgués, habitante de los años de transición del siglo XIX al XX. Es entonces desde la Academia donde se “irradia” esta nueva forma de ver el mundo, logrando desde allí una gran difusión y al fin su aceptación.
A finales de la década del 40 la Academia fue el enclave decisivo desde donde se apoyó la canonización de lo moderno, institucionalizando los valores de las llamadas vanguardias históricas. En este segmento de la exposición están reunidos aquellos artistas que, a tono con otos centros de Argentina promovieron y sostuvieron la modernización de las artes plásticas. Pero lo que imprime un carácter singular a los pintores de esta generación es que operaron dentro de un proceso de resignificación de los postulados ortodoxos de las vanguardias. En su práctica como artistas y como docentes dieron paso a la configuración de un entramado en el que se incorporan otros referentes de validación a su labor, como por ejemplo la ratificación de la dimensión local y regional.[4]
Luego de ocupar a lo largo de su historia ocho diferentes domicilios en sedes casi siempre inapropiadas para desarrollar sus funciones, la Escuela de Bellas Artes inaugura en abril de 2005 su sede definitiva.
El nuevo edificio fue inaugurado el 30 de abril de 2005 e integra el complejo cultural-educativo de Ciudad de las Artes, vecina al decimonónico Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba. Con una superficie total de 4,5 hectáreas, Ciudad de las Artes fue construida en los predios que estaba originalmente ocupado por algunas dependencias del Batallón 141 del Tercer Cuerpo de Ejército, y la ex sastrería militar. Superficie cubierta: 20.168 metros cuadrados. Superficie de espacios verdes: 2,8 hectáreas. Un proyecto impulsado por el ejecutivo provincial que congrega en un mismo espacio a cinco escuelas superiores de arte dependientes del Ministerio de Educación del Gobierno de la Provincia de Córdoba[5]. La convivencia de las escuelas de arte (Bellas Artes, Cerámica, Teatro, Música y Artes Aplicadas) permite el creciente intercambio de proyectos comunes y en consecuencia el enriquecimiento mutuo en todas las disciplinas. El predio cuenta con parques y plazas que periódicamente son intervenidos con manifestaciones artísticas que cooperan para el otorgamiento de sentido y pertenencia al nuevo lugar. Numerosos estudiantes y grupos de personas de diferentes lugares de la ciudad, la provincia y el país visitan nuestras instalaciones. De estas visitas surgen vínculos académicos y de intercambio que colaboran con el crecimiento de las Escuelas. La programación de teatro, música y cine brindan la posibilidad y el acceso a otros aspectos de la cultura a todas las comunidades educativas. En el año 2007 se completó el proyecto Ciudad de las Artes con la inauguración de un grupo de Residencias de Trabajo para Artistas, el que brinda la posibilidad de intercambio académico y la realización de proyectos de convivencia inéditos para nuestra ciudad.
El edifico destinado a la Escuela de Bellas Artes presenta los requerimientos necesarios para su adecuado funcionamiento. Con 4.317 metros cubiertos, es la primera sede de la Escuela construida y diseñada ad hoc. Los corredores internos del edificio están diseñados como galerías de arte donde se exponen en forma permanente los trabajos realizados por los alumnos en los diferentes espacios curriculares, como así también obras de egresados y docentes artistas. El equipamiento que se le otorgó a la Escuela en el momento de la inauguración estuvo de acuerdo a las necesidades y solicitud realizada por nuestros docentes, ampliando el ya existente con nuevas máquinas y útiles, como el pañol de herramientas o la sala de computación para uso académico.
La Institución vive su historia como una fortaleza, como un signo de identidad. Los grandes maestros de la pintura de Córdoba se formaron y fueros docentes de la Academia y el conjunto del arte en esta ciudad se constituye en torno a ella, convirtiéndola en una institución fundante.
[1] El establecimiento fue creado mediante Decreto Nº 138 del Poder Ejecutivo de la Provincia. Originalmente se la denominó “Escuela de Pintura, copia del natural” y sucesivamente “Academia de Pintura” o “Academia de Bellas Artes”. Por Decreto Nº 28.644 del 3 de junio de 1936 pasa a designarse como “Academia Provincial de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta” considerando que la referida institución ha cumplido desde su fundación una función cultural y artística que honra a Córdoba y al mandatario que la creó.
Tras sus 113 años de ininterrumpida labor, la Academia, se constituye hoy como la única institución en su tipo fundada en la Argentina del siglo XIX que aún permanece en actividad.
[2] El edificio, de importante escala y lenguaje historicista fue diseñado, por el Arq. húngaro Juan Kronfuss, hoy transformado en una construcción emblemática en el imaginario cordobés, no sólo por su ubicación estratégica y nodal dentro de la trama urbana de la ciudad sino por su cualidad de fetiche, como recinto de la cultura mediterránea.
[3] Decreto 412 – Serie A del 31 de julio de 1916 En el mismo se establecen la organización y los alcances de la Comisión de Bellas Artes, compuesta por el Conservatorio Provincial de Música, la Academia de Bellas Artes y el Museo de Bellas Artes.
[4] Bondone, Tomas Ezequiel. Una historia, una colección. Catalogo de la Exposición. Ciudad de las Artes .2005
[5] Escuela Superior de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta (fundada en 1896); Conservatorio de Música Félix Tomás Garzón (fundado en 1914); Escuela de Artes Aplicadas Lino Enea Spilimbergo (fundada en 1956) Escuela Superior de Teatro Roberto Arlt y Escuela de Cerámica Fernando Arranz.