Postales de los 15

“La sala ocupa lo que anteriormente fue el ala sur de la Sastrería Militar, una construcción longitudinal de 49 metros de largo por 11 de ancho”, en un edificio inaugurado en 1911, de “arquitectura pintoresquista, con aire de fortaleza, en cuyo exterior aparece un coronamiento en el que sobresalen torrecillas cilíndricas, almenas y troneras. El interior ha sido acondicionado para la exhibición, logrando una superficie libre de 5390 m2 que mantiene aún su cubierta original en cabreadas de hierro y madera” (María José Herrera, en el libro “Exposiciones de Arte Argentino y Latinoamericano. Capítulo III. Pág. 166.)

Aquel 30 de abril de 2005 en la llamada “Sala de Exposiciones – Ciudad de las Artes”, y en coincidencia con la inauguración del predio cultural y artístico Ciudad de las Artes, se presentaba la muestra inaugural “Una historia, una Colección”, creada, diseñada, y producida por la Escuela Superior de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta con el auspicio de la Agencia Córdoba Cultura y la participación de obras de la colección del Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Caraffa”. El relato cronológico de la muestra ponía en evidencia el vínculo existente entre la Academia (Escuela Figueroa Alcorta) y el Museo (Caraffa).

Con esta premisa comienza su historia la Sala que desde el 2006 lleva por nombre Ernesto Farina (1912-1988), en homenaje a este destacado artista de Córdoba. En sus inicios, la Sala “Ernesto Farina” estuvo bajo la administración de la Agencia Córdoba Cultura, gestionada por la dirección de la Escuela Superior de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta en conjunto con un grupo de docentes de esta institución hasta julio de 2014.

Originalmente, Sala Farina se propuso trascender lo académico y convertirse en un punto convocante en donde la comunidad educativa concentrada en Ciudad de las Artes (hoy sede de la Facultad de Arte y Diseño y Rectorado de la Universidad Provincial de Córdoba) se enriqueciera en un intercambio unificador, un lugar donde se hace visible la enseñanza de los institutos fundacionales, las cinco escuelas de arte: enseñar, aprender, mostrar, crear, gestionar arte y conocimiento haciendo extensiva esta propuesta a la sociedad cordobesa y a la comunidad educativa.

La Sala propuso incorporar formatos inéditos como las muestras de larga duración, que contaban con actividades didácticas acompañadas de una colección de catálogos. Desde el comienzo su planteo pivoteó entre homenajear a los maestros y exhibir producciones emergentes. En este trayecto inicial la responsabilidad y el desafío fue dotar de sentido al nuevo espacio, buscando conectar “narraciones de acontecimientos del pasado y los diálogos con el presente”, en palabras de Ana Bondone.

El perfil que fue asumiendo Sala Farina desde su creación dio lugar tanto a rescates históricos (en homenajes y retrospectivas), como a las expresiones más contemporáneas, como las experiencias de PEQUEÑOS REINOS en su primer año, 2005; espíritu que más tarde se retomarán en convocatorias como LAB1 en 2017; las muestras de la infancia versus Coleccionismo a partir de 2016 (como UNA VIDA CON MUÑECOS); las muestras sobre Memoria y Género a partir de 2017 (como CÁMARA OSCURA); el hecho de haber retomado convocatorias para los artistas que en su momento lanzó la Agencia Córdoba Cultura, y la novedad, a partir de 2015, de lanzar convocatorias a los estudiantes de la FAD UPC.