La Universidad Provincial de Córdoba invita a la segunda edición de la Muestra “FAD Expone”, que convoca nuevamente a la Sala de Exposiciones “Ernesto Farina” para valorar los procesos educativos que se desarrollan en el ámbito de su Facultad de Arte y Diseño. Es que en esta exposición los protagonistas son los 14 proyectos finalistas de estudiantes de esta institución que resultaron seleccionados mediante Convocatoria.
El diálogo entre las distintas disciplinas artísticas, un aspecto fomentado desde esta convocatoria, encontró eco en los participantes de esta segunda edición. Estas propuestas se concibieron a partir de una gran diversidad de lenguajes (muchas veces combinados en una misma obra) como pintura, objeto y escultura, dibujo, bordado, grabado, fotografía, instalación, cerámica, y danza teatro.
La 2° FAD Expone inaugura el próximo miércoles 19 de abril a las 18 hs., y se podrá visitar hasta el 19 de mayo, los lunes y jueves de 12 a 18 hs. y martes, miércoles y viernes de 9 a 20 hs. Entrada libre y gratuita.
Durante la apertura se podrá disfrutar de la acción en vivo de ROJO, uno de los distinguidos proyectos finalistas, entre otras propuestas.
Nuestros estudiantes y sus obras:
Federico Alonso presenta Trastornos de Personalidad, una serie de obras de técnica mixta donde el bordado tiene un papel destacado; y en las que fondo, figura y palabra producen un desfasaje, un “trastorno”.
Valeria Álvarez exhibe pinturas de su proyecto Imágenes de una Mujer Pensante, en las que la figura femenina y lo simbólico son elementos relevantes. Los rostros de sus mujeres emiten una memoria ancestral que se trasmite desde el inconsciente.
Con un objeto móvil (¿escultura?), Siento 111, Horacio Aromando instala en el espacio de la Sala una invitación a ser cuerpo en la obra, volverse transportable, viable, estar dentro y fuera.
El colectivo Rojo pone en acción (en funciones semanales) la obra “Rojo-Performance-Acción Plástica” para hablar sobre el costo físico que soporta la práctica de la danza, en una puesta en escena poética, a través del video, la pintura, la luz, el vestuario, la escenografía, la danza y el sonido.
En la circularidad de una misma práctica, la serigrafía, José “Q” Candiani construye su propuesta titulada Diálogos con la niebla.
En Súper 2.0, Lucas Carrera trabaja retratos interviniendo fotografías y transformando la mirada: la juventud, la era digital, la identidad, la palabra, el instinto y los animales, están presentes en su obra.
Rescate de lo invisible es un proyecto de Patricia Ceccone sobre el olvido del patrimonio emotivo, que partiendo del registro artístico va hacia el dibujo y la fotografía, fusionando ambos lenguajes en lo digital, en impresión sobre tela.
Fragmentación, de Valentina Garbarino, obra autobiográfica, refiere al cuerpo humano con sus capas de piel y la búsqueda del ser; en fotografías de fragmentos de dibujos intervenidas digitalmente. La abstracción, y el blanco negro son metas de su estética.
En La Yegua y el Tábano (pequeño relato sobre una agresión obsesiva), Fanny Peralta trasmuta una obsesión en la figura del tábano y la identificación con la yegua, un sentimiento atormentado que condensa en una escultura cuya “piel” lleva la marca de un objeto impreso en aguafuerte.
Malena Medina y Laura Pérez decidieron reunirse en Proyecto Encuentro, y trabajar a partir de la caja como forma abierta y contenedora, cuya sumatoria crea una nueva situación en el espacio: una instalación de dibujo y objeto.
En La luz del mundo se va sin promesas (título devenido de versos de Blanca Varela), Félix Tapia dibuja perforando el plano líneas en una geometría inspirada en la arquitectura prehispánica o una palabra, un texto, que suele aludir a la poeta peruana, o a un hecho político-social.
Nidos, de Flavia Torres, es una instalación con diversos y variados nidos, modelados en cerámica y unidos por tejidos a crochet, una analogía entre los nidos y las familias desde una mirada artística.
Para Luciana Trucco, los autorretratos de su serie Inflexiones interiores son una forma de verse y encontrarse frente a uno mismo, un mundo interior que lleva a sus fotografías.
Finalmente están las esculturas de Verónica Ripoll, Próximo devenir: la artista representa la figura humana, y como recurso plástico, nos dice, elige la fragmentación del cuerpo como un instante detenido.