“Para esta investigación se entrevistaron a personas mayores, entre 65 y 80 años de la ciudad de Córdoba, de clase media y con posibilidad de viajar y practicar el turismo, para conocer cuáles son las motivaciones que tienen como turistas y cuáles son sus concepciones de recreación, disfrute y goce”, dicen Lucía Bogdanov y J. Santiago Pedetta en su Trabajo Final de Licenciatura en Turismo -TFL- de la Facultad de Turismo y Ambiente de la UPC.
“El análisis de las entrevistas realizadas para este trabajo” demuestra que “existe una nueva configuración del ser adulto mayor que desafía los cánones establecidos, y la actividad turística no es ajena a ello. El turismo atraviesa la nueva forma de ser de la vejez en el siglo XXI”, agregan.
Las conclusiones del TFL presentan interesantes datos. Por ejemplo, que los adultos mayores están “inmersos en una sociedad llena de imágenes y estereotipos que no siempre representan la realidad”, caracterizados desde la narrativa como seniles, con discapacidades y vulnerables. Por otra parte, “los mayores, no están estandarizados con patrones comunes, con un perfil determinado y con demandas específicas para constituir un segmento de mercado en el turismo”, la “heterogeneidad” representa al grupo.
“Las mujeres mayores son protagonistas”. Además “existen diferentes maneras de practicar el ocio entre hombres y mujeres”, agregan Lucía y Santiago. Los hombres prefieren actividades en solitario, como el desarrollo de actividades personales que lo mantienen dentro del hogar: filatelia, jardinería, carpintería, etc., o fotografía, fuera del hogar. Mientras que las mujeres “hacen uso del ocio y del recreo de una forma tal que las mantienen en grupo”, “viajan más y suelen hacerlo en grupo a diferencia del hombre mayor que a la hora de viajar lo hace con su mujer o solo”, en menor cantidad de casos.
Los adultos mayores “comienzan un proceso que se llama de desahorro”: guardan dinero por si tienen que enfrentar alguna dificultad relacionada con la salud y lo demás lo gastan. “Es en este momento cuando surge la idea de viajar como una inversión, siempre que la salud lo permita, tal como fue expresado por nuestros entrevistados”, sostienen.
“Comienzan a tener una reflexión autobiográfica que los lleva a pensar en aquellas cosas que no han realizado, entonces, en algunos casos, viajar surge como deseo, como meta y como una forma de volver a tener proyectos”.
Para terminar, dicen que “Pretender encontrar dos personas mayores similares que encajen dentro de un segmento de mercado de la ‘Tercera Edad’ resultó infructuoso”…”Esto nos lleva a pensar que hay tantas vejeces como personas”. No identificaron una “típica” persona mayor relacionada al turismo. Si se considera el origen etimológico, el término identidad refiere a ‘lo mismo’, de acuerdo a su raíz latina. En ese sentido, “el devenir se vive de manera personal e individual, la identidad de los mayores se vuelve atributo único”, incapaz de caer en generalizaciones.
Participaron como miembros de la Comisión Evaluadora Alejandra Vázquez (directora del TFL), Natalia Lorio y Miguel Ángel Farah.
Quienes estén interesados/as en acceder al Trabajo Final, pueden solicitarlo a [email protected]